ARTIGAS (TIEMPOS DE TEMPESTADES)
Un ensayo histórico de Antonio Calabrese
Es una obra que tiende a despejar las dudas y tinieblas en las que se envolvió al prócer en la historiografía argentina, mientras la uruguaya, por el contrario, lo ensalzaba hasta colocarlo en el pedestal de padre de la patria.
Un caso curioso, porque debe ser el único padre de la patria, que no solo nunca quiso serlo, sino que rechazó la creación de la misma, es decir del estado uruguayo segregado de las Provincias Unidas, con motivo de lo cual hasta se negó, como condena, no obstante las reiteradas búsquedas y ofrecimientos de sus autoridades, a regresar desde el exilio por muy doloroso que este fuera, padecido en la inclemente selva paraguaya durante treinta años.
Solo muerto pudieron repatriar su osamenta pero jamás su espíritu argentino que permaneció inalterable a pesar de los historiadores.
Ni una cosa ni la otra, pero fue el primer republicano, el primer federal y el primer independentista en el tiempo, que en su apogeo, llego a dominar como “protector de los pueblos” una superficie territorial mayor que la zona de influencia de Buenos Aires.
Sin embargo, como fue un caudillo, cayó bajo el peso de los “civilizados” que no alcanzaban a definirse. Un hombre de la tierra, un oriental, que encontró casi medio siglo antes que los doctos, que la forma de estado federal era la apropiada para mantener la unión.
Este libro no se distribuyó en las librerías hasta hoy, solo alcanzó a los escritores, historiadores y ensayistas, estudiosos e investigadores, para quienes dirige su producción el autor.
Las obras del mismo sobre las “tribulaciones” de Manuel Dorrego, o la atrevida definición de José de San Martin como “agente inglés” que tuvo repercusiones, inclusive en España, o “El mito del Federalismo” en una crítica al sistema y su aplicación en Argentina, se enrolan en la búsqueda permanente de la identidad nacional, si la hubiere.