LA DEUDA QUE CRECE, Y EL ENGAÑO DEL SUPERAVIT FINANCIERO

Los grandes medios periodísticos han difundido estruendosamente que, por primera vez desde el año 2012, en enero hubo superavit financiero que alcanzó a 518.408 millones de pesos, lo que equivalen a uno 456 millones de dólares aproximadamente. El superavit se logró mediante licuaciones varias y recortes a las jubilaciones y pensiones, prestaciones sociales, transferencias a las universidades, subsidios económicos, programas sociales, vivienda y energía entre otros. El recorte más pronunciado se produjo en la Educación, que sufrió una caída nominal del 95,2% en las erogaciones. Le siguieron en orden descendente Vivienda (-88,1% nominal interanual), transporte (-66,3%), Agua potable y alcantarillado (-21,5%) y Energía (-19,2%). A todo esto se suma, que la pobreza aumento al 57%, la indigencia creció el 15%, el boleto de colectivo subió casi un 400%, la nafta ha tenido también aumentos gigantescos, el consumo cayó el 37%, la compra de medicamentos un 45.8%, la industria Pyme cayó un 30% y la capacidad instalada de la industria también bajó de manera notable. La inflación 45% en apenas dos meses. Esto es lo real en los mas de 80 días de gestión del presidente Milei, aunque siempre se recurre al viejo truco de la situación heredada para justificar cualquier despropósito.

Es más que obvio que si existen ingresos y se restringen los gastos de manera considerable resulta imposible que no haya superávit, y resulta algo muy efectista considerarlo un logro, si no se tiene en cuenta a costa de qué se obtuvo.

El histórico endeudador de la argentina y actual Ministro de Economía Luis Caputo festejó el superávit, y de la misma manera el presidente Milei, creyendo que este es un logro fundamental. No dijeron a costa de qué se registró ese superávit, y los problemas surgidos por los recortes que no solo alcanzan como dijera al sector asalariado y jubilados sino también al financiamiento educativo, que pondrá en peligro la tarea de las universidades - que no pueden manejarse con el mismo presupuesto del año 2023 dado el considerable aumento de la inflación en los dos últimos meses más lo que vendrá.

Si bien en los grandes medios ese superávit produjo grandes elogios, se ha guardado un silencio absoluto sobre el aumento de la deuda pública que en enero creció 10.662 millones de dólares, cifra esta que no se comentó y ha llevado la deuda pública a 381.272 millones de dólares, que va a seguir creciendo de acuerdo a las últimas decisiones del gobierno. El aumento fue de 3.514 millones de dólares en moneda extranjera, y 7.108 millones de dólares en moneda local, estando actualmente la totalidad de la misma, el 71% en moneda extranjera, y el 29% en moneda local.

A la deuda indicada se suma un nuevo endeudamiento decidido por las autoridades económicas que va a engrosar nuevamente el ya abultado monto de la deuda pública. En efecto hace una semana, a través de la Resolución conjunta número 15 de las Secretarías de Hacienda y de Finanzas, se decidió emitir tres nuevos instrumentos de deuda: Un bono por CINCO BILLONES de pesos, ajustados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) con vencimiento en el mes de junio del año 2025; un bono por SEIS MIL MILLONES DE DÓLARES , con vencimiento en el mes de junio del año 2025, y otro bono por SEIS MIL MILLONES DE DÓLARES, con vencimiento en junio del año 2026, los que una vez colocados llevarán a un nuevo crecimiento de la deuda, sin contar los cupones atados al PBI, que llegan hasta los DOCE MIL MILLONES DE DÓLARES.

Resulta muy significativo, que en su discurso a la Asamblea Legislativa Milei, no haya dicho una palabra con referencia a la deuda, ni a las estancadas negociaciones con el FMI, ni cómo va a seguir pagando las obligaciones externas - que cada vez son más considerables - a lo que se suma la deuda intra estado, que resulta menor a la externa. Al respecto se ha anunciado que el ministro Caputo estaría negociando con el FMI un nuevo acuerdo de pago, sin que pueda saberse hoy en qué consiste. Hay que recordar que él es un viejo conocido de organismo multilteral, ya que fue uno de los firmantes del Stand By del año 2018 y sus limitadas capacidades no solo para el cargo que actualmente tiene, sinó para haber sido presidente del Banco Central, fueron puestas en evidencia por Alejandro Werner, ex director del Hemisferio Occidental del FMI, en su último libro.

Tal como surge de sus palabras y las últimas acciones llevadas a cabo se quiere volver a privatizar todo lo que está en manos del Estado, sea o no rentable. Se continuará con los ajustes, sin importar que la pobreza siga su crecimiento indetenible y que millones de personas no tengan los recursos para sustentar hasta lo indispensable. En contraposición a ello, las cámaras empresarias festejan, los grupos concentrados saben que sus ganancias seguirán creciendo, ya que al achicamiento del Estado se suma la desregulación del comercio y de la producción, para que el sector privado sea el único receptor de las riquezas que produce la Nación.

ALEJANDRO OLMOS GAONA

MARZO DE 2024